viernes, 3 de noviembre de 2017

EL COSMOS Y EL MAR

Esta historia de amor se escribe
aunque de otras raíces se derive;
Se trata sobre un personaje de mar
Y una bella estrella de cosmos,
lo cuales se iban a amar. 
El hombre del mar
joven sireno
se encontraba solo
y muy sereno,
de pronto que del cielo vio caer
una estrella con forma de mujer
en la playa de san Andrés,
inmediatamente salió nadando 
sin pensar en la sorpresa que le estaba esperando.

Al llegar miró su cabeza,
y se enamoró de su belleza
la vio muy herida y busco cura 
y quedo asombrado de su hermosura.
En su vida había visto 
de mil ballenas el vibrante canto
y con solo verla a ella 
lo hipnotizó todo su encanto.

Logró sanarle 
y la vida salvarle,
y aquí seria el comienzo
de su ilusión
y un pensamiento 
que se escribe con el corazón.

Nunca se había sentido tan bien en el mar
pero no sabía por cuál nombre llamar
a esa hermosa estrella, Imaginando que ella no debía pensar en amar.
De repente la mujer que cayó del cosmos 
le toco con la mano el hombro
y fue mucho para él el asombro, pero al mirarla se calmó
y ahora sí que se enamoró.

Verla de los pies hasta su hebilla,
y su belleza en el mar profundo
La hacía de los cielos una maravilla
y aunque no pertenecía a este planeta
la más bella del mundo.

Él pensó en hablarle
y con palabras inspirarle
que se casase con él
y que de por vida le seria fiel.
Decidió preguntarle su origen
cosa que ella no respondió
luego la causa de su visita.
-¿estaría buscando el amor?

“te estaba buscando y
mi amor te estaba pregonando” 
sin pensar lo estaba amando
y sería difícil olvidarlo.
Le gustaba a esta mujer
ver el nadar de los peces
ya que era su primera vez, 
y el hombre del mar pensaba a veces
si vivirían toda su vida en el cielo

O toda su vida en el mar, 
y sentía en lo profundo que para amar 
Cualquier parte es igual
“Tú solo pon el lugar”
Iré tras de ti sin pensar
Aunque tal vez no sepa qué es amar 
donde estemos juntos será nuestro hogar.
Y como de presencias y ausencias 
se nutre todo amor
decidieron juntos
verse los dos
en cada ocaso y en cada amanecer
y hacer juntos que el amor no llegara a perecer
la estrella se vistió del color del día 
y el solitario sireno tiñó su mirada con la noche
y de cuando en vez la luna engalanada los acompañaba…

"EL QUE AMA VIVE FELIZ, Y EL QUE ODIA TIENE MUCHO POR SUFRIR"

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